Thursday, August 16, 2007

blanco y negro







Buenos Aires se me ocurre una vieja conocida a la que cada vez que encuentro le resalta el botox y las liposucciones; como si quisiera ser otra y no evolucionar, remendar y no crecer.
Quizás sea resultado de que hubo un tiempo no muy lejano en que destruyeron su esencia y cuando intentó volver a ser, solo lo logró al estilo de"La muerte le sienta bien", esa peli con Meryl Streep y Bruce Willis.
No soporto verla convertida en una escenario, me duele.
La miro desde arriba en ese adiós que intuyo definitivo porque es un adiós interno.
Las luces de la noche, mientras el avión la cruza muestran toda su magnitud, es enorme, pretenciosa, expansiva, cada vez más alto, cada vez más lejos, no me pertenece.
Hasta que llegando al río cuando la oscuridad comienza a ser total, me cubro de recuerdos.
El lugar en el que uno ha nacido nos marca; y a mí me gusta haber nacido en Buenos Aires.
Me identifico con lo que fué, aunque rechace lo que es.
Quizás ella diría lo mismo de mí. No lo sé.
Me quedo con mi barrio, el colectivo por Juan B. Justo desde Palermo, el 124 a la facu, las noches en Chacarita esperando el 162.
La Recoleta por dentro, cuando no era ese cementerio mal cuidado y con guía de hoy, sino unas cruces de marmol ostentoso que sobresalían del paredón; un Père Lachaise a la argentina al que podía uno asomarse en los descansos del amor, desde alguna ventana de la calle Azcuénaga.
Muerte y sexo, a lo Borges....que placer; la bajada de Plaza Francia un domingo por la tarde sin el Buenos Aires design. La costanera y los carritos.
Y Woodstock de madrugada en el cine de Federico Lacroze.
Mis hijas jugando en la plaza la calle Avellaneda. Las medialunas de manteca del Torreón, al lado de la estación de belgrano R, los domingos por la mañana, leyendo el diario.
Basta.
Buenos Aires y yo nos despedimos hace mucho. Hace casi veinte años.
Y no hay nada peor que los "hola", sin los "hasta luego".
Todas las ciudades cambian, crecen, destruyen parte de su pasado para seguir con vida.
Ese no es el problema.
Quizás no hay problema, quizás se trate solo de números y globalización.
Quizás debiera volver al barrio y buscar mi casa para cerrar el círculo.
Pero es que yo tampoco quiero volver al pasado, porque si lo hago inevitablemente será una forma de comenzar a morir.

8 comments:

Anonymous said...

Buen post, me recuerda a las cosas que me cuentan mis padres...lamentablemente no conocí esa Buenos Aires.

quantum said...

Veo que has estado por tu tierra. Duros son a veces los reencuentros y difícil, a veces imposible, reconocer lo que se conoció.
Yo vengo a reencontrarme contigo, y para mí es hermoso.
Mi abrazo, Hera.

Joyce said...

No tengo el placer de conocer Buenos Aires... pero un lugar más a descubrir.

fgiucich said...

Vaya paradoja, el lugar donde naciste y mi lugar en el mundo. Abrazos.

hera said...

fgiucich: no es una paradoja, por suerte es eso "en blanco y negro".
Hoy para algunos, ayer para otros....sería muy aburrido de otra forma.
Abrazos

zappa said...

suele pasarme lo mismo cuando voy a córdoba, aunque los cambios no son tan notorios como los de aca, pero inevitablemente, buenos aires muere de a poco, y nosotros con ella, lo que quedará en su lugar, será definitivamente, otra ciudad, ni por asomo parecida a la que describis, y aunque yo solo hace 18 años que vivo aqui, se de que hablas, soy hijo de porteños y me maravillé por años escuchando relatos de mi abuelo, el gallego cayetano, que amaba buenos aires y los teatros de la calle corrientes.

un abrazo

hera said...

Hola Frank:
Ahh los teatros de la calle Corrientes!!!....me hiciste acordar de cuando era chica y mis viejos salian a los teatros de revista de la calle Corrientes, y después terminaban en el Tabarís....pero eso es mucho antes d elo que cuento, es la Argentina de principios d elos 60...el problema no son los cambios, porque eso pasa en todas las ciudades...lo que me duele es ver por ej. el teatro San Martín sucio y abandonado al lado de hoteles 5 estrellas todos igualitos y los guetos, eso que ví en la Zona rosa de DF o en Lima....el problema es que el cambio de estética es el resultado de los restos del naufragio...sino sería solamente mi letanía tanguera...que tb lo es no creas.
Y como hace tiempo me fuí de Baires, valoro mucho mis reacciones :
cada vez me gusta menos y me da pena, porque e sun síntoma, sin retorno...

Marcos Marcucci said...

Hola Hera

Llegué a tu blog introduciendo la siguiente búsqueda "me fui a vivir a córdoba".

Cómo es dejar de ser un "porteño insufrible" ?

Cómo es dar el "gran salto"?

Leo mucha nostalgia en tu blog. Es posible cortar el cordón con la ciudad ?

De más está decir que ése es mi sueño, aunque no sé si falta mucho o poco...

Un saludo y estaré por aquí